Te esforzaste en decorar bonito, tienes buena ubicación, las fotos de tu Airbnb están divinas... ¿pero tus toallas ya están percudidas? ¿Las sábanas tienen bolitas? Créeme: tus huéspedes lo notan. Y cuando lo notan, lo escriben.
Una mala impresión por un blanco en mal estado no solo afecta tu reseña, también puede espantar futuras reservas. Por eso hoy vamos a hablar de eso que muchas ignoran (pero que los huéspedes no): los textiles viejos, y por qué a veces lo más barato termina siendo lo más caro.
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1. No todo se ve en las fotos (pero sí se siente)
Tus fotos pueden mostrar una cama divina, con cojines decorativos y luz perfecta. Pero si al acostarse el huésped siente una sábana rasposa, todo se va al traste.
Lo mismo con las toallas: aunque no se vean en la galería, se usan, se sienten, se huelen. Y si están viejas o manchadas, se nota.
📌 Lo que más notan:
- Textura: si raspa o está tieso, mal.
- Limpieza: si se ve manchado aunque esté lavado, peor.
- Suavidad y olor: si huele a “toalla guardada”, punto menos.
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2. Si ya está feo, ya no sirve
Es común decir “pero todavía aguanta”. Pero ese “aguanta” no es suficiente para alguien que está pagando por hospedarse.
🎯 Señales de que ya toca despedirse:
- Sábanas con bolitas o con los bordes deshilachados
- Toallas que ya no secan o se sienten como cartón
- Edredones que perdieron forma o están aplastados
- Cortinas manchadas por humedad o descoloridas por el sol
🛒 En Bera tenemos todos esos básicos que puedes renovar sin dejar la cartera vacía. Blancos bonitos, durables y que aguantan huéspedes, lavadas y el clima de playa.
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3. Renovar no es un gasto, es una inversión
Un set nuevo de sábanas o toallas puede parecer un gasto más... hasta que te llega una reseña que dice “todo impecable, súper cómodo, volveríamos sin dudar”.
👛 Buenos blancos:
- Mejoran la percepción de limpieza
- Aumentan la sensación de comodidad
- Suben tu calificación como anfitriona
- Te ahorran estar comprando seguido (porque duran más)
Y no necesitas irte a marcas de lujo. Solo necesitas elegir productos con buena relación calidad-precio y hechos para este tipo de uso.
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4. ¿Cada cuánto renovar?
No hay fecha exacta, pero si ya dudas si “se ve feo”, probablemente sí. Aquí una guía rápida:
- Sábanas: cada 6-12 meses
- Toallas: cada 6-9 meses
- Edredones: cada 1-2 años
- Cubrecolchones: cada 1-2 años
- Cortinas: cada 2-3 años o cuando pierdan color
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Conclusión: si tú lo notas… tus huéspedes también
No esperes a que una mala reseña te recuerde que ya era hora de cambiar esa sábana viejita. Unas cuantas renovaciones bien pensadas pueden subirle muchos puntos a tu Airbnb.
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